miércoles, 1 de febrero de 2012

Virgen en el Trono

El retablo para la iglesia florentina de Ognissanti evidencia un alejamiento de la representación tradicional de la Virgen en majestad. El trono está plasmado como marco arquitectónico y el ropaje de la Virgen no simboliza ya lo celestial, puesto que su belleza y valor le aportan un toque humano. No obstante, la exagerada dimensión e la figura humana la presenta como una fuerza superior reinante.


La pintura presenta a la Virgen, sentada en su trono, con el Niño apoyado en sus rodillas. Giotto la ha colocado sobre un trono que presenta un desarrollo absolutamente arquitectónico, ricamente ornamentado con motivos de carácter gótico en todos sus frentes, incluso en el pedestal del primer término, sobre el que se levanta. Es su estructura la que crea un espacio para la solemnidad e importancia que tiene el argumento de la obra. La Virgen presenta una volumetría excepcional, dada por el suave modelado de los pliegues de su túnica, que caen con peso hacia el suelo. También son de destacar las calidades que consigue el autor en cada una de las telas que viste la Madona, desde los finos ribetes dorados de la túnica, hasta las diversas matizaciones de blanco, dejando trasparentar el pecho de la Virgen. A su lado, la figura de Jesús también presenta fuerte corporeidad, vestido con finas telas y bendiciendo con la mano: justo este punto es el centro de toda la composición, al lado del corazón de la Madre. Flanqueando el grupo central, grupos de santos con rostros perfectamente caracterizados y dirigiendo sus miradas hacia la Virgen. Podemos ver hasta los que se encuentran por detrás de los brazos del trono, lo que certifica el espacio en profundidad conseguido. Más abajo, en primer plano, dos ángeles arrodillados ofrecen jarrones con lirios y rosas a María, símbolos de su pureza. La estructura propia de la tabla es la responsable de la monumentalidad de la Virgen y de su aspecto suavemente ascendente, siguiendo la verticalidad del marco. Pero la obra es también de una gran elegancia, tanto por la luminosidad que se alcanza por el fondo de oro y las orlas de los santos, como por la decoración minuciosa de ajedrezado, taqueados y en estilo cosmatesco. Y lo más importante, la confluencia de miradas hacia el núcleo compositivo, con lo que se establece una relación entre todos los personajes, y la mirada de la Virgen hacia el exterior del cuadro, invitando al espectador a formar parte de la representación. A esto último ayuda la imagen sencilla, de formas naturales y presencia humana de la Madona.

Madonna Ognissanti
 Autor:Giotto di Bondone
 Fecha:1305 h.
 Museo:Galería de los Uffizi
 Características:325 x 204 cm.
 Material:Témpera sobre madera
 Estilo:Renacimiento Italiano


Pintura ítalo-gótica o del Trecento(siglo XIV)

Este estilo se fue formando a lo largo del siglo XIII (Duecento) en Italia. Se fundieron las tradiciones del arte bizantino con los primitivos estilos clásicos o paleocristianos en pinturas y paneles de Florencia y Siena. Demostraban más realismo del que se encontraba en el arte románico y en el bizantino, caracterizado por una huida de la llamada maniera greca que dominaba Italia, y que fue sustituida por un estilo más realista. Se sentía fascinación por la perspectiva, y por la ilusión de crear espacios que parecieran reales, con figuras menos rígidas y estilizadas, más anatómicamente correctas y que presentaran estados de ánimo en sus gestos y actitudes. Se muestra también un interés por la narrativa pictórica y una espiritualidad intensificada por influencia franciscana.

CARACTERÍSTICAS GENERALES

La característica más evidente del arte gótico es un naturalismo cada vez mayor, frente a las simplificadas e idealizadas representaciones del románico. Se considera que esta característica surge por vez primera en la obra de los artistas italianos de finales del siglo XIII, y que marcó el estilo dominante en la pintura europea hasta el final del siglo XV. La pintura gótica se aproxima a la imitación a la naturaleza que será el ideal del renacimiento, incluyendo la representación de paisajes.
 El gotico se tendió a aproximar la representación de los personajes religiosos (los santos, los ángeles, la Virgen María, Cristo) en un plano más humano que divino, dejándoles demostrar emociones y sentimientos (placer, dolor, ternura, enojo), rompiendo el hieratismo y formalismo románico. El artista gótico busca su inspiración en la vida. Hay mucho sentimiento en las obras góticas. Hay más detalles narrativos, más frescura, color, luminosidad,... que se logran con técnicas más refinadas.En el principio del periodo gótico, el arte se producía principalmente con fines religiosos. Muchas pinturas eran recursos didácticos que hacían el cristianismo visible para una población analfabeta; otras eran expuestas como iconos, para intensificar la contemplación y las oraciones.
TÉCNICA Y SOPORTE:
Para la tabla,  es el soporte más utilizado,se utiliza la técnica del temple. La pintura mural emplea el fresco secosobre el muro enfoscado pero tuvo poca importancia salvo en Italia.

La pintura sobre tabla, generalmente retablos, se impuso por toda Europa. En el siglo XV era ya la forma pictórica predominante, suplantando incluso a las vidrieras. De tablas o frontales únicos se pasó a dípticos, tríptico, y luego complicados polípticos que combinaban numerosas piezas hasta llegar a los grandes retablos del siglo XIV, con muchas tablas que se organizan con el banco o predela (cuerpo inferior) y calles verticales, separadas por estrechas entrecalles; en la calle central se representaba el tema principal del retablo.

PINTURA GÓTICA-INTRODUCCIÓN

La pintura gótica,  es una de las expresiones del arte gótico, no apareció hasta alrededor del año 1200, es decir, casi 30 años después del comienzo de la arquitectura y la escultura góticas. La transición del románico al gótico es muy imprecisa y no hay un claro corte, y podemos ver los comienzos de un estilo que es más sombrío, oscuro y emotivo que en el periodo previo, a principios del siglo XIII. El impulso decisivo de esta pintura realista cristiana se produjo en la Italia septentrional de finales de siglo. Desarrollandose  por el resto de Europa, el periodo gótico se extendió durante más de doscientos años.

 La estructura del templo gótico,  presenta escasas superficies para la pintura mural, se desarrollaron nuevos campos pictóricos en retablos, trípticos, vidrieras, tapices, miniaturas, etc. La pintura de los siglos del Gótico no es homogénea, sino diversa y multiforme; se presenta como un arte en evolución cronológica y con varias  diferencias regionales. Por ello sera  más correcto hablar de pintura gótica, referirse a las escuelas  de la época del Gótico.